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Caracterización epidemiológica y genética de la hemaglutinina y neuraminidasa de los virus de la influenza A(H1N1)pdm circulantes en el Noreste de México.

En el 2009, ocurrió la primera pandemia del siglo XXI, y el causante fue el virus de la influenza A H1N1. Normalmente, cada año circulan diferentes "tipos" de este virus, los cuales son vigilados constantemente por las autoridades de salud. La finalidad de esta vigilancia es identificar los cambios menores que puedan surgir en estos virus y así proponer nuevas vacunas para ser aplicadas a la población y prevenir la enfermedad grave. Sin embargo, lo que pasó en el 2009 fue una situación poco común, en la que el cambio en el virus fue mayor, ya que se combinaron virus de diferentes orígenes (humano y aviar) en un mismo hospedero, el cerdo. Dada la cercanía entre los humanos y los cerdos debido a las granjas, el nuevo virus fue transmitido al humano, resultando en una infección totalmente nueva para la cual no estábamos preparados. Y fue así que se desató la pandemia de influenza A H1N1 del 2009. Actualmente, el virus de influenza A H1N1 del 2009 se considera como estacional, ya que circula cada año entre la población, principalmente durante la temporada comprendida desde octubre hasta mayo del siguiente año, y se incluye en la vacuna junto con el virus de la influenza B. A pesar de ser considerado un virus estacional, el potencial para provocar una nueva pandemia existe en este virus así como en muchos otros, como lo estamos viendo actualmente con el Coronavirus. El estudio de sus componentes, principalmente de aquellos que rodean al virus y que son los responsables de facilitar su entrada a nuestro organismo, tienen como objetivo principal, anticiparse a estos "cambios mayores" y poder proponer nuevas estrategias principalmente preventivas, que protejan a la población. La hemaglutinina y la neuraminidasa son dos proteínas de la superficie externa del virus, y es por éstas que se pueden identificar diferentes tipos de virus de la influenza. Ambas presentan normalmente cambios menores que ayudan al virus a mantener su capacidad de infectar a los organismos. En nuestro laboratorio, buscamos implementar técnicas experimentales de estudio que nos permitan identificar cuando hay cambios en la hemaglutinina y neuraminidasa del virus que está circulando entre la población, y a partir de eso identificar que efecto tienen estos cambios en la capacidad de infectarnos y en la severidad de la enfermedad desarrollada. Actualmente con el desarrollo de métodos computacionales y la existencia de estudios de la interacción entre el virus y el humano, podemos simular de manera virtual el posible efecto que tienen estos cambios en la estructura viral y su capacidad de infectar. Sin embargo, todas estas simulaciones están basadas siempre en los resultados de ensayos experimentales, por lo que mientras los virus sigan mutando, seguiremos trabajando.

Validación de un cuestionario para detectar las posibles secuelas por la enfermedad COVID-19 en población mexicana.

En diciembre de 2019, en la ciudad de Wuhan (Provincia de Hubei, China) se presentó un brote de neumonía de origen desconocido. Mediante pruebas iniciales se pudo identificar correspondía a un coronavirus identificado como SARS-CoV-2 y en febrero de 2020 la OMS da a conocer formalmente el nombre de la enfermedad como COVID-19. Los principales síntomas de la enfermedad COVID-19 son fiebre, tos y mialgias o fatiga, y los menos comunes son la producción de esputo, dolor de cabeza, hemoptisis y diarrea. En general todos los pacientes cursan con una neumonía con alteraciones en la radiografía de tórax. Las afecciones posteriores al COVID-19 constituyen una amplia gama de problemas de salud nuevos, recurrentes o en curso que las personas pueden experimentar cuatro semanas o más, después de haberse infectado por primera vez por el virus que causa la COVID-19. Estas afecciones pueden involucrar tanto síntomas clínicos persistentes como complicaciones, derivadas de los procedimientos a los que fueron sometidos para su tratamiento o de las enfermedades crónicas previas a la infección. La única medida de prevención que recomienda la CDC para evitar el desarrollo del síndrome post-COVID-19 es evitar contagiarse de COVID-19, por medio de la vacunación y el seguimiento de medidas de seguridad sanitarias. Debido a que la circulación del virus SARS-CoV-2 entre los humanos lleva apenas unos años, no se conoce con exactitud cuál es el verdadero impacto de esta infección a largo plazo en esta población. Para investigar qué tipo de problemas de salud están presentándose en la población después de haber enfermado de COVID-19, nuestro grupo de trabajo diseñó un cuestionario que permitirá identificar las posibles secuelas por COVID-19 en la población mexicana. Para esto, se realizó una revisión de la literatura referente a las secuelas por COVID-19, publicadas durante los años 2020 y 2021; a partir de esto, se integraron una serie de preguntas orientadas a detectar qué tipo de complicaciones, enfermedades nuevas, o sintomatología persistió después de la enfermedad aguda de COVID-19. En este cuestionario se consideraron los antecedentes de enfermedades así como el esquema de vacunación previo a la infección por el virus SARS-CoV-2. Para determinar la utilidad del cuestionario propuesto, éste se aplica a una población derechohabiente de la unidad de medicina familiar No. 64 del IMSS. La encuesta es llenada por el participante y recabará datos generales y de salud con preguntas que están orientadas a identificar que problemas de salud presenta la población después de COVID-19 y poder enfocar la atención en ellos.

Factores asociados a la transmisión de Zika en México: reporte de casos en el Instituto Mexicano del Seguro Social en el periodo 2016-2018.

Unos años después de la pandemia del virus de la influenza A, el brote del virus del Zika en 2016 evidenció la necesidad de un diagnóstico molecular preciso y rápido como primera respuesta contra las enfermedades virales emergentes. El Instituto Mexicano del Seguro Social, el sistema de servicios de salud más grande de México, registró una cantidad importante de casos sospechosos, algunos de los cuales fueron confirmados posteriormente. Las mujeres embarazadas fueron la población más crítica debido al riesgo de malformación del producto. Derivado de la gran cantidad de muestras analizadas en la Red de Laboratorios del IMSS, se ha podido realizar análisis estadístico para identificar los factores asociados a la transmisión del virus Zika en México de acuerdo con el reporte de casos en el Instituto Mexicano del Seguro Social en el periodo 2016-2018. Para esto se hizo un análisis retrospectivo (de agosto de 2016 a enero de 2018) de los casos sospechosos de Zika generados por la red de laboratorios de vigilancia epidemiológica del Instituto Mexicano del Seguro Social confirmados mediante ensayos de diagnóstico molecular a partir de muestras de suero sanguíneo, y se evaluó si la positividad para la infección o el llegar a ser hospitalizado tenía alguna relación con factores como sexo, edad, así como el posible impacto de factores ambientales como temperatura y lluvias en los diferentes estados del país.

  • Doctorado 2012
    Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León
    "Aislamiento y caracterización parcial de una fosfolipasa A2 de Trichomonas vaginalis"
  • Maestría 2006
    Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León
    "Búsqueda y caracterización parcial de las actividades de fosfolipasa A y Lisofosfolipasa L1 en extractos subcelulares de Giardia lamblia"
  • Licenciatura 2002
    Facultad de medicina, Universidad Autónoma de Nuevo León

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