Los procesos educativos en la medicina son de gran complejidad y conllevan paradojas debido a que es una profesión de un inmenso prestigio, donde se aplica la ciencia y la tecnología con sus avances más recientes; no obstante, en el ámbito educativo y formativo no sucede así ya que existe un sinnúmero de necesidades que trasforman los paradigmas educativos obsoletos, los cuales perpetúan la formación de médicos con un sentido humano desgastado, extenuante y marchito. En esta revisión narrativa abordamos el aspecto no plasmado en algún documento de la práctica educativa en el médico en formación, elemento que incide en los aspectos morales y éticos de la profesión, que culmina con una pérdida del humanismo profesional.