
15 pacientes con un reciente diagnóstico de síndrome del intestino irritable fueron evaluados respecto a sus factores socio-emocionales. Mediante la aplicación de cuestionarios se examinó la presencia de trastornos de ansiedad y depresivos, así como su calidad de vida. Los resultados indicaron que el 67% de ellos tenían ansiedad y el 20% depresión. Su calidad de vida, en promedio la calificaron como regular. Se concluye con la necesidad de brindarles apoyo psicológico y se sugiere, en particular, un manejo mediante la terapia de aceptación y compromiso.